 La ausencia de fantasmas da repulsión. Antiguamente, Delos era tierra sagrada. A ningún mortal se le permitía nacer o morir aquí. En toda la isla no hay espíritus mortales, en sentido literal.
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–Hazel sobre Delos, en La sangre del Olimpo. |
Delos es una pequeña isla ubicada en en el mar Egeo y el lugar de nacimiento de los dioses Apolo y Artemisa.
Historia
Cuando la madre de Apolo y Artemisa, Leto, estaba lista para dar a luz a sus hijos, Hera estaba enojada porque Zeus la había vuelto a engañar. Hera visitó todas las masas continentales de la tierra, e hizo que los espíritus de la naturaleza de todos los lugares le prometieran que no aceptarían a Leto para que no pudiese dar a luz en ninguna parte. Hera consiguió promesas en todos los territorios arraigados a la tierra, pero no en la isla de Delos, porque en aquel entonces era una isla flotante. Los espíritus de la naturaleza de Delos recibieron a Leto, y fue el lugar donde nacieron Apolo y Artemisa. La isla se alegró tanto de ser su nuevo hogar sagrado, que se cubrió de unas florecitas amarillas. Las flores eran una bendición, pero también una maldición, debido a que cuando nacieron los gemelos, Delos echó raíces y no pudo seguir moviéndose a la deriva por el mar, y por eso a las flores se les llama la "maldición de Delos".
Los héroes del Olimpo
La sangre del Olimpo
El Argo II viajó a la isla de Delos, para hablar con Apolo y Artemisa, lugar donde ambos dioses se habían refugiado, debido a que la isla era su lugar de nacimiento, y allí no les afectaba el cisma entre griegos y romanos. Hazel mencionó que en la isla no habitaban espíritus mortales, debido a que antiguamente Delos era tierra sagrada, y a ningún mortal se le permitía nacer o morir allí, un hecho que le provocaba "repulsión".
Trivia
- Delos es el único lugar donde crece la Maldición de Delos.
- A Hazel le provocaba repulsión que en la isla no hubiera fantasmas, debido a que antiguamente Delos era tierra sagrada, y a ningún mortal se le permitía nacer o morir allí.
- Solía ser una isla flotante, pero cuando nacieron los gemelos Apolo y Artemisa, Delos echó raíces y no pudo seguir moviéndose a la deriva por el mar.
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