Las Dríadas son ninfas de los bosques unidas vitalmente a un árbol, en su mayoría robles. Son amantes de la naturaleza y de un carácter débil (no son nada agresivas y, sólo si son atacadas, hechizan a sus asaltantes para defenderse).
Descripción
Según la mitología, las dríadas surgieron de un árbol llamado «Árbol de las Hespérides». Algunas de ellas iban al Jardín de las Hespérides para proteger las manzanas de oro que en él había. Las dríadas son descritas como hermosas humanoides con apariencia de elfo, y, a veces pueden ser de color verde. Todas las dríadas están conectadas vitalmente a un árbol. Es decir, que si el árbol muere, ellas también. Físicamente tienen unos rasgos muy delicados, parecidos a las elfas. Tienen los ojos violeta o verde oscuro y su cabello y piel cambian de color según la estación. De esta forma pueden camuflarse entre el bosque sin que se las vea. En el invierno su pelo y piel son blancos, en otoño rojizos, y en primavera y verano tienen la piel muy bronceada y el pelo verde.
Si alguien golpea al árbol al que está unida, la dríada recibe físicamente el mismo daño, por lo que intentará defenderlo a toda costa. Aunque no son agresivas, si son atacadas pueden hechizar o castigar a sus asaltantes para defenderse. El hechizo de una dríada tiene un gran poder, y sólo los humanos o seres con gran resistencia a la magia pueden evitar caer hechizados. Una dríada también tiene absoluto control sobre el árbol al que está ligada, por lo que es capaz de provocar que sus ramas florezcan aunque no sea la temporada, que aparezcan nuevas plantas alrededor del árbol e, incluso, puede provocar un crecimiento de hierba repentino que haga tropezar a los intrusos. En el Campamento Mestizo, varias dríadas sirven la comida.
Percy Jackson y los dioses del Olimpo
El ladrón del rayo
Cuando Luke intentó matar a Percy convocando a un escorpión del Abismo, algunas dríadas lo encontraron muribundo, y lo llevaron al campamento, salvándole la vida.