Hércules, quien robo las manzanas doradas.
El Jardín de las Hespérides es el jardín de Hera en el oeste, donde se encuentra el árbol con las manzanas de oro que proporcionan la inmortalidad. Está custodiado porLadón, el dragón de cien cabezas.
Historia
Los manzanos fueron plantados de las ramas con fruta que Gea le había dado a Hera como regalo de su boda con Zeus. A las Hespérides, hijas de Atlas, se les encomendó la tarea de cuidar el árbol, pero ocasionalmente recolectaban la fruta para sí mismas. Como no confiaba en ellas, Hera también dejó en el jardín un dragón de cien cabezas llamado Ladón como custodio añadido.
Uno de los 12 trabajos de Hércules era robar las manzanas. En primer lugar, aduló a las Hespérides, pero estás no le dieron las manzanas. Entonces engañó a Atlas, para que agarrase algunas manzanas de oro ofreciéndose a sujetar el cielo mientras iba a buscarlas. Al volver, Atlas decidió no aceptar los cielos de vuelta, y en su lugar se ofreció a llevar las manzanas a Euristeo él mismo, pero Hércules volvió a engañarlo aceptando quedarse en su lugar con la condición de que Atlas sujetase el cielo un momento para ponerse su capa más cómodamente. Atlas accedió, y entonces Hércules tomó las manzanas y se marchó.
Apariencia
En La maldición del titán, Percy describe el Jardín de las Hespérides como uno de los lugares más hermosos que hubiese visto jamás. La hierba brillaba con "luz plateada", y las flores brillaban en la oscuridad. Según Percy, en cuanto olió la fragancia de las manzanas, supo que un solo bocado sería la cosa más deliciosa que hubiera probado en su vida.
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El ladrón del rayo
El Jardín no aparece, pero se dice que Luke fue enviado a una misión en busca del fruto del árbol de las Hespérides por su padre, Hermes. Fue atacado por el dragón Ladón, guardián del árbol, y no pudo robar la manzana, pero si se ganó una terrible cicatriz en su rostro, y una garra de Dragón.
La maldición del titán
Zoë Belladona, una ex-Hespéride, intentó distraer a Ladón, y proteger a sus compañeros, pero Ladón se dio cuenta después de unos minutos que Zoë ya no era una Hesperide y la ataca. Ella y sus compañeros logran escapar, pero Zoë fue envenenada por Ladón.