Ogigia es una isla que existe en todas partes y a la vez en ninguna. Fue diseñada como prisión para Calipso, la hija del titán Atlas. Es un lugar muy hermoso, donde habitan sirvientes invisibles y se encuentra un hermoso jardín, hecho por la propia Calipso. Una de las plantas del jardín es el Lazo de Luna.
Descripción
Durante el tiempo que Percy pasó en Ogigia, Calipso le explicó que el tiempo pasaba de forma diferente en la isla. Por ejemplo, lo que parece una hora en Ogigia podría ser una semana en el tiempo normal. Cuando Percy se fue, dijo que volvería y la visitaría en cuanto pudiera, pero Calipso le dijo que "ningún hombre ha encontrado jamás Ogigia dos veces".
El héroe Odiseo fue abandonado en la isla hacía miles de años y se quedó allí con Calipso durante siete años (aunque algunas fuentes dicen cinco, tres o incluso uno). Fue salvado por una súplica de Atenea a Zeus, quien envió un mensaje a Calipso mediante Hermes para que lo liberase y que pudiera emprender su viaje a Ítaca, y si no, sufriría las consecuencias. Calipso finalmente, aunque a regañadientes, dejó a Odiseo construir una pequeña balsa, le dio comida y vino, y lo ayudó a separarse de la isla. Se cree que la inspiración de Ogigia es una isla real en el medio del Mar Mediterráneo llamada Gozo, la isla hermana de Malta.
Percy Jackson y los dioses del Olimpo
La batalla del laberinto
Hera envió a Percy a Ogigia para ayudarlo a sanar después de lo que le había pasado en el Monte Saint Helens al haber causado la erupción. Fue atendido por Calipso, la isla le pareció un paraíso a Percy, que al instante pensó que era sospechosa, ya que en su experiencia los paraísos normalmente eran una especie de trampa. Sin embargo, Calipso pronto lo convenció de que ella no le haría ningún daño, mientras sembraba nuevas flores en su jardín. Cuando le preguntó cuánto tiempo había estado allí, Calipso tiene problemas para darle una contestación exacta ya que el tiempo pasa de forma diferente en su isla (es una isla fantasma, separada del mundo exterior).
Percy y Calipso pronto empezaron a saber más cosas el uno del otro, hablando de sus respectivos mundos. Percy pronto encontró la isla de Calipso muy bonita, con sus grandes jardines que Calipso había plantado y una buena vista del cielo nocturno. Por otro lado, Calipso estaba fascinada por la descripción de Percy de Manhattan, pero estaba triste por su falta de jardines y que nunca podría dejar su isla, ya que Ogigia era también su prisión. Nunca se le permitió salir de la isla desde que apoyó a su padre durante la Primera guerra. Los dioses le hacían visitas de vez en cuando (como un dios sin nombre que la visitó durante la estancia de Percy en la isla), y le contaban cosas sobre el mundo exterior.
Pronto, Hefesto apareció en las costas de Ogigia, preguntando a Percy si iba a quedarse en la isla o iba a ir a salvar a sus amigos, y que esperaría hasta la mañana siguiente su respuesta. Calipso le ofreció a Percy la oportunidad de alojarse en su isla, explicando todos los detalles de su maldición, pero Percy no podía quedarse y decidió volver a casa. Calipso comprendió que no podía quedarse y le ofreció una flor de la isla, un Lazo de Luna. Calipso dijo Percy "Plantarás un jardín en Manhattan por mí, ¿verdad?" Cuando se fue, afirmó que su estancia en Ogigia y su estancia con Calipso siempre sería su mayor "y si".
Los héroes del Olimpo
La Casa de Hades
Leo aterrizó en la isla después de haber sido despedido del Argo II y haber sido enviado allí por Quíone. Al principio, Calipso despreció a Leo y creyó que los dioses estaban burlándose de ella. Leo construyó una pequeña choza lo suficientemente lejos de Calipso para que ella no pudiera verlo, pero lo suficientemente cerca para que pudiera seguir llevándole comida. Leo encontró un poco de bronce celestial y comenzó a trabajar en una manera de huir de la isla, Calipso lo visitó para regañarle porque estaba haciendo mucho ruido con su fragua improvisada, y le dijo que estaba asustando a los pájaros. Sin embargo, se preocupaba por él, ya que le llevaba comida y le avisó de que llevaba un par de días sin comer. Más tarde lo volvió a visitar, llevándole un conjunto recreado de sus prendas favoritas, excepto por el hecho de que esos eran a prueba de fuego por lo que Leo no podía quemarlos como lo había hecho con la otra ropa Calipso le había hecho. Leo comentó que ella se estaba enamorando de él, pero ella le dijo que está haciendo todo lo posible porque se fuera de una vez. Comenzó a interesarse en uno de sus proyectos y ayudó a Leo conseguir que funcionara con su magia. Los dos observaron una visión en la que se veían a los campistas del Campamento Mestizo preparándose para la batalla, a los del Campamento Júpiter siendo atacados por unos "amigos de Leo", y a Reyna tratando desesperadamente de llegar a Roma, cuando Calipso vio eso, creyó que Reyna era la novia de Leo, aunque él le dijo que no lo era.
Cuando la máquina se detuvo y Leo intentó ponerla en marcha de nuevo, Gaia apareció ante ellos. Se burló de Leo hasta que Calipso la paró diciéndole que no era bienvenida en su isla. Gaia centró su atención a ella y le ofreció la oportunidad de unirse a ella, ya que Ogigia sería destruida cuando se rehiciera el mundo. Le dijo a Calipso que lo único que tenía que hacer era matar a Leo y sería liberada de su isla. Calipso se negó, ya que Ogigia era también su hogar y expulsó a Gaia de ella. Desde entonces, Calipso ayudó a Leo a construir un barco para escapar de su isla para que pudiera volver con sus amigos y detener a Gaia. Leo quedó tan impresionado por su trabajo que ofreció a Calipso un trabajo si alguna vez salía de su isla. Los dos bromearon acerca de que podrían abrir una tienda llamada "El Garaje de Leo y Calipso: Autorreparación y monstruos mecánicos", y que no sólo arreglarían máquinas, sino que venderían también frutas, verduras, sidra, y estofado. Más tarde, Leo le dijo a Calipso que planeaba regresar con Festus con el fin de la primavera para rescatar a Calipso de su isla. Esta le dijo que no era posible, que la regla es que nadie podía visitar Ogigia en dos ocasiones, pero Leo no estaba del todo convencido, creyendo que podía utilizar un cristal de su isla para navegar de vuelta; y argumentó que no podría abrir la tienda sin ella. En ese momento apareció la balsa mágica y Calipso obligó a Leo a que se fuera antes de que desapareciera. Leo comentó que la balsa solo aparecía cuando Calipso estaba enamorada, pero ella afirmó que todavía lo odiaba. Leo intentó prometerle que regresaría, pero ella lo interrumpió con un beso, sin querer oír la promesa de Leo. Después del beso, Leo juró por el Río Estigio que volvería.
La Sangre del Olimpo
Después de ser revivido gracias a Festus y a la Cura del Médico, Leo se las arregló para regresar a la isla. Leo aterrizó en la arena y se reunió con Calipso, que le dio un beso. Calipso entonces recoge sus maletas con la intención de abandonar su casa sin intenciones de volver y de dirigirse a un futuro desconocido junto a Leo.